domingo, 17 de abril de 2011

Hernán...

No quería dejar que termine el día sin escribirles.
Son momentos difíciles, por lo general me cuesta resumir, pero trataré de hacerlo.
Me vienen muchas imágenes y momentos de todo lo que pasó durante estos dos meses. En primer lugar, no puedo dejar de agradecerle a TODOS por todo lo que hicieron. Sin la ayuda de ustedes no sé si lo hubieramos podido encontrar.
Creí que iba a volver con sus cosas a cuestas, como hacía cada vez que terminaba uno de sus viajes, pero esta vez todo fue diferente.
Después de mucho tiempo, pude volver a descubrir el valor de la amistad, de ir por la vida haciendo el bien sin mirar a quien, y de tener el coraje para ser y hacer lo que uno quiere sin importar los prejuicios ni el "qué dirán".
Estoy sorprendida por la cantidad de gente que conoció a Hernán, las cosas que dicen de él, y esa es la demostración concreta de lo que fue a lo largo de su camino.
Recuerdo cómo me volvía loca cuando yo vivia con mis padres, y su sorpresa cuando volvió después de uno de sus tantos viajes y se enteró que me había mudado. Sorprendido pasó por mi casa, y la recorrió casi sin poder creer que finalmente, yo tenía mi lugar...
Aunque él no quería lágrimas, es inevitable que estén, pero sé que él, ahora si, está descansando en paz, cantando donde quiera que esté, y sé que en algun momento nos vamos a encontrar, él con su guitarra y yo con la mía, que está casi abandonada, y nos pondremos a cantar aunque sea el Arróz con leche....
Chau Herni, y como decía Loli (nuestro abuelo) "hasta la vista"... Nos vamos a encontrar...